Con el advenimiento de las redes sociales, que cobraron impulso especialmente después del 2005, nuevos hábitos y nuevas tendencias de consumo se han unido a la forma de vida de la gente en Brasil y en el mundo. Entre todos los hábitos, recursos compartidos (lo) fuertemente embalado por apelación al consumo consciente y la preservación del planeta, abrió nuevos nichos de mercado, como la inclusión de compartir ropa. Un tipo de economía que está aquí para quedarse.
Esta estera, empresas pioneras de startups lograron un lugar en el sol, como por ejemplo el Airbnb, que permite que cualquier persona que tenga una propiedad compartir habitaciones pagar una Comisión al sitio en cuestión, un hecho que angers ramifican establecimientos, como hoteles y Hostales.
No era mucho antes y el mismo desplome a la calle, esta vez por una gran cantidad de aplicaciones a conductores (o no) de alguien que necesite de transporte urbano. De todas las aplicaciones el Uber es el principal, tener un trabajo ofrecer en el contexto de la movilidad urbana a diferencia del servicio de taxis de las principales ciudades del mundo.
Obviamente perturbado, hasta entonces el mercado, los sindicatos y asociaciones de taxis, está descontento. Acostumbrados a trabajar en un entorno donde el mercado reserva, hoy en día tienen que afrontar la competencia de compañías como Uber, que no practica ninguna ilegalidad, siendo mero servicio debido al ejercicio regular del derecho del propietario del vehículo conductor y el pasajero. El hecho es que de vez en cuando todas las profesiones y todos los productos, necesita reinventarse, adaptarse a las nuevas tendencias y la dinámica de la conexión humana que mueve todo en la vida.
Quienes trabajan en el área de tecnología de la información conoce el entorno competitivo y de innovación extrema y sabe la importancia de estar atento a las preferencias del consumidor. Seguramente que los buenos taxistas se acostumbrará al nuevo entorno, porque sobre los años supieron conquistar y captar la confianza de sus clientes, invierte en diferenciales. Debido a esto, con el hecho de subjetivo otorga el derecho de las personas para ir, venir, contratar y operar más libremente, debería regularse la aplicación Uber, como en varias ciudades del mundo. Después de todo, la raison d ‘ être del servicio es el gobierno ni los proveedores de servicios, pero el cliente. Cesará el día que el cliente no utilizar el servicio.
Este es sólo uno de los muchos fenómenos resultantes de la revolución ahora en marcha debido a la internet, que permite la aproximación de personas en tiempo real y con el que organiza y proporciona nuevas formas y el acceso a los servicios tradicionales. El Internet de las cosas y la expansión de internet en áreas previamente sin cubierta, en son el presagio de que mucho está aún por venir.
Ante esto, corresponde al estado, en sus diversos niveles políticos, regular los servicios cuyos medios de acceso fue cambiado por la tecnología, que en el caso de aplicaciones de taxis proporcionan un mecanismo para el ciudadano, no sólo de Uber, pero otros tipos de acciones que vinieron a facilitar la vida de las personas.